Hoy en día la gente va por la calle diciendo: “Aquel es mi
amigo” o “A esa la conozco yo”. ¿Perdón? ¿Estás seguro? Creo que te equivocas.
Ser amigo de una persona no es saber si le gusta el pop o el rock, o si le
gusta más la pizza o la hamburguesa. Que no conoces a una persona por tenerlo
en alguna red social, o saber si le gusta lo picante o lo dulce. Conocer a
alguien es saber en cada momento lo que está pensando nada más que por sus
gestos, es saber su estado de ánimo por el brillo de sus ojos, o saber cómo de
mal lo está pasando por el tono de su voz. Ser amigo de una persona es saber
cogerle la mano y decirle “Aquí estoy yo” en el momento adecuado, es estar a su
lado aunque el mundo le dé de lado, o hacerlo sonreír de nuevo cuando de sus
ojos sólo quieran brotar lágrimas. A fin de cuentas todo el mundo puede saber
esas cosas superficiales, pero no todos pueden ver lo que hay en el interior.
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