martes, 14 de agosto de 2012

Las amistades también se acaban..


Todo pasa demasiado rápido, tan rápido que no sabes cómo reaccionar, te quedas ahí sin saber muy bien qué hacer, qué decir ni qué decisión tomar. Y de repente, así sin más, todo cambia de un momento a otro, te dicen cosas que jamás pensaste que te dirían. Pero oyes como salen de su boca y te bloqueas porque nunca pensaste que eso sucedería y es que duele más que lo diga tu “hermana” que te lo diga cualquier otra persona, pero sacas fuerzas de a saber dónde y la dices cosas que jamás pensaste que le ibas a decir, porque ella te hacía sentir especial, porque las dos podíamos con todo lo que se nos pusiera delante, éramos fuertes, o eso creía. Las amistades, como casi todo en este mundo terminan y hay que hacerse a la idea de que eso es así, esta vez no voy a tragarme el orgullo ni voy a perdonarla por cosas imperdonables, esta vez no. No quiero ser siempre la misma tonta a la que hace daño y perdona como si nada, porque sería una mala costumbre. No quiero ser la típica buena que de buena termina siendo tonta, porque eso cansa. Compartíamos risas, secretos y bromas pero poco a poco te alejabas con tu típica mala ostia, y es que te aguante demasiado. Llegó un momento en el que solo discutíamos y ya no tenía sentido seguir con la farsa de sonrisas cada vez que nos veíamos, ya no tenía sentido seguir con algo que realmente ya no existía: nuestra amistad. Te he querido y mucho, pero mi paciencia tiene un límite, y ya llegó a todo lo que podía soportar, siento que termine todo así, sin más y sin cruzar ni saludos ni miradas por la calle pero esto no ha sido solo culpa mía, algún día te darás cuenta del verdadero significado de amistad y espero que ese día llames a mi puerta, hasta entonces aquí voy a estar porque no pienso dar yo el primer paso, yo no te he fallado, tú a mi demasiado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario